lunes, 2 de enero de 2017

El Final de Año que No Fue

El Final de Año que No Fue……

Personas que conozco, algunos amigos, algún miembro de mi familia y otros conocidos y también partes de mi entorno social, se hicieron eco, estos últimos meses, de un discurso claramente antidemocrático y destituyente del gobierno constitucional.  Estas personas de mi conocimiento, a las que me refiero, son argentinos honestos, trabajadores y bien intencionados. Me surgen muchas preguntas: ¿Cómo es que se convirtieron en militantes en las redes sociales, al servicio de grupos claramente minoritarios y sumamente violentos? ¿Cómo es que no logran registrar que una familia que se dedico toda la vida a la política, administrando dinero de todos, no puede tener 6 millones de dólares en una caja de seguridad que fue vista por todos, además de innumerables propiedades en el sur del país, en puerto madero y barrio norte? ¿Cuál es la moral revolucionaria de una madre que involucra a sus hijos en la administración del dinero mal habido? ¿ Como es que no se dan cuenta, que su militancia en las redes, es contraria a su propio interés y el de todos los argentinos?

Está claro, que quienes organizan y difunden el discurso original defienden un interés. El interés, de volver a posiciones de poder que les garantice impunidad. El grave problema, de muchos de ellos, es no terminar en la cárcel. Estos, como su jefa, son inmensamente ricos. En poco tiempo, ingresaron a ese sector privilegiado de la argentina que es la clase alta. Con todos los beneficios que ello representa.
Estos pequeños grupos, que podríamos denominar el “kirchnerismo residual”, tienen suficientes recursos económicos para montar un gran aparato comunicacional.  Lo que denunciaban como metodología del grupo clarín, son los métodos que ellos aplican ahora para defender sus intereses de privilegio ( periodistas mercenarios, captura de temas específicos en redes sociales, empresas de comunicación que replican una línea editorial en televisión, radio y prensa escrita, etc) todo al mismo tiempo y sin fisuras.

Desconfiar de los medios de comunicación, fue parte de mi formación política y de todos los que después nos dedicamos a la participación social y política activa.  Leer “entre líneas” , es parte de nuestra costumbre en el análisis político.  Algo bueno que dejo la pelea de Nestor con Clarin, fue la democratización de esta desconfianza.  Se instalo la percepción social, de que los medios son empresas que defienden el interés de quien les paga. Que hay periodistas honestos y objetivos y otros que no lo son. Hay que ver y escuchar a todos, leer a todos y sacar conclusiones propias.  Esta forma de ver, escuchar y leer se extendió también a las redes sociales.

Creo que esta es la razón,  por la cual,  el apocalipsis del discurso destituyente no sucedió. La mayoría de nuestro pueblo, sabe de que se trata. Sobre todo, los más pobres. Ellos son los primeros en sufrir las consecuencias de cada crisis. Podremos tener diferencias. Un gobierno nos puede gustar mas o menos. Lo importante es que haya elecciones democráticas cada dos años, eligiendo presidente cada cuatro.  Parece que esta, es la voluntad soberana de los argentinos.  


Omar Niz.