Entre el “pejotismo”, La “ideología
del pobrismo” y Perón
Alberto
Fernández, se encamina a ser el próximo Presidente de los Argentinos. Su militancia política en el PJ lo llevo a
participar del menemismo, el duhaldismo y el kirchnerismo. Siendo operador del PJ capital en el 2000, obtuvo una banca como legislador
de la ciudad por la lista que llevaba
a Domingo Cavallo como candidato a Jefe
de Gobierno. Sus años como jefe de Gabinete del presidente Kirchner, lo ubicaron
en el centro de la escena política nacional y su amistad con Cristina, como candidato a Presidente.
Como el
candidato más votado de las PASO, lo vemos y escuchamos hacer declaraciones, a veces, contradictorias. Creo que está en una disyuntiva. Una disyuntiva política histórica. El título de este artículo, da cuenta de tres modelos políticos y de gestión. De ellos, se desprende las dos alternativas posibles que tendrá Alberto. Tendrá que conjugar dos de estos modelos, dejando fuera un tercero. Mi tesis, es que de su resolución dependerá el futuro de nuestra patria. .
El Frente de Todos
El “Frente
de Todos” tiene origen en el kirchnerismo, pero su conformación es mucho más amplia.
Conviven en la coalición, actores políticos que representan los tres modelos de
gestión pública experimentados por el Peronismo. El modelo que decida desarrollar lo enfrentara,
internamente, al menos con uno de los sectores que lo
conforman. Los que participan del Frente tienen distintos intereses, personales o de grupo . Mi perspectiva, es que la resolución que Alberto le de a esa puja de poder, determinara el modelo político de nuestro país en el
mediano plazo.
El Presidente.
Nuestro
sistema político se ha mostrado, hasta el momento, un sistema híper presidencialista. El Presidente es el Poder Ejecutivo y en nuestra historia política el resto de los poderes de la
república (Judicial y Legislativo),
han tendido a acompañar las decisiones del primero. Inclusive, varias veces, han sido sometidos
por el poder del Presidente. En gran
medida, el futuro de los Argentinos descansa en la decisión de una sola persona
ya que el poder ejecutivo es unipersonal. El Presidente, es el Poder Ejecutivo.
Los demás miembros del gobierno, son empleados del Presidente. Nuestra
Constitución Nacional, así lo determina.
En el resto
del mundo democrático, hay sistemas parecidos y otros muy diferentes. Los
sistemas parlamentarios europeos, son otro tipo de sistema político. Allí, el
poder reside en el parlamento. Pero también, hay otras formas de
presidencialismo en el mundo, donde el Poder Judicial o el Poder Legislativo son muy fuertes y ejercen un verdadero
control sobre el poder del Presidente.
Obviamente,
en toda sociedad democrática, y la nuestra lo es, que el presidente pueda
ejercer el poder que le otorga la constitución y la costumbre institucional,
depende de su capacidad de conducción política. Depende de su habilidad, para elaborar
discursos que puedan transmitir ideas y lograr
grandes consensos. En el Peronismo, esta
tarea se simplifica. Los dirigentes
“peronistas” con poder (gobernadores,
intendentes, sindicalistas, etc), tienden a consensuar con el Presidente a fin
de conservar el poder conquistado. Hasta ahora, esa fue la costumbre del
“pejotismo” y los “caciques” sindicales.
El Presidente,
transita por la soledad del poder. La historia, recordará su gobierno con
nombre propio. Alberto, será recordado por su buen o mal gobierno. Por sus
decisiones en soledad absoluta. Nadie recordará a algunos de sus ministros o al Poder Judicial de su periodo de gobierno, ni a los diputados y senadores que
aprobaron sus leyes. La historia
recordara a Alberto y valorará, positiva o negativamente, el tiempo que le toco gobernar. Alberto, es un hombre de
Estado y lo sabe.
La gestión
de Alberto ¿dejara un país mejor? ¿con menos pobres? ¿con más trabajo? ¿Dejará un modelo de país con amplios
consensos, que dé continuidad a políticas de Estado?. Nuestra economía ¿tendrá al fin, un modelo de
desarrollo que nos incluya a todos? Desde
la perspectiva de este análisis, dependerá del camino que decida tomar, de los intereses que decida representar, de
las presiones que decida soportar.
Tres Modelos Históricos
Mi tesis, es
que el Peronismo ofrece tres modelos históricos de gestión: Perón y La
Comunidad Organizada, “El Pejotismo” y “el ideologismo pobrista y conservador”.
Creo, que el “Frente de Todos” incluye
actores que representan las tres experiencias. Según la perspectiva de gobierno que tenga
Alberto, podrá incluir, articular, dos ellos. No creo, que pueda ordenar los
tres modelos en un proyecto político.
1- El “pejotismo”
Llamo
“pejotismo” al espacio político, que en nombre del Peronismo, se organizó a
partir de la muerte del Gral. Perón. Sobre todo, a la estructura política y
sindical “peronista”, desarrollada en la última etapa democrática. Vale aclarar, que entiendo que el “pejotismo” no
representa las ideas básicas que Perón predicó en sus
discursos, su bibliografía y acciones de gobierno.
La voluntad
revolucionaria del Movimiento Peronista, se expresó en los tres gobiernos de Perón
y en la resistencia peronista de los años de proscripción. Es claro, que esa
voluntad revolucionaria ya no existe. La muerte del general, dio paso a la lucha permanente de militantes y dirigentes por espacios de poder. La pelea por la conquista
del poder político y el sostenimiento del mismo una vez conquistado, fue y es
la motivación principal de la voluntad puesta en la política. Más allá de las
intenciones iniciales de todo militante formado, la consecuencia de sus
acciones en estos 36 años de democracia, ha sido la búsqueda del poder político
y su sostenimiento. Los resultados de las políticas instrumentadas, así lo determinan: 4% de pobres en 1974, 10% en
1983, 38 % en 2019. El poder adquisitivo del salario mínimo en
1974, alcanzaba para proyectar comprarse un terreno y construir una casa.
Actualmente, y desde hace más de 20 años, apenas alcanza para comer. Y así, podríamos hablar del nivel de salud y
educación de la población, de la caída de nuestra economía nacional, de la
brecha creciente entre pobres y ricos, del reparto de los beneficios económicos,
etc, etc, etc.
Llamo
“pejotismo”, a toda la dirigencia que tomo decisiones en nombre del
Peronismo a partir de la muerte de Perón.
Militantes y dirigentes políticos, sindicales, sociales, etc. Podemos concluir entonces, que el
“pejotismo” gobernó el país 24 años en la última etapa democrática. Habría que
sumarle los dos años posteriores a la muerte de Perón, con “rodrigazo”
incluido.
El
“pejotismo” es un concepto de lo político, que sistematiza la voluntad de
conquista y sostenimiento del poder. La
sistematización de esa voluntad, se expresa en las distintas metodologías de
cooptación y organización de los sectores empobrecidos de nuestra sociedad. Con el argumento de la “justicia social
peronista”, el “pejotismo” construye una base política que le permite articular
con otros grupos sociales. Esta base
social empobrecida, es permanente y se incrementa año
tras año. Se despliegan distintos
dispositivos organizacionales, con el único fin de conquistar y sostener el
poder. El “pejotismo”, es un barco lleno de Fenicios en busca de un botín que
podrá estar en el sur, en el norte, en el este o en el oeste. Donde el capitán de turno, los lleve.
La gestión
pública “pejotista”, garantiza la continuidad de la pobreza. Dicen algunos agnósticos, que el poder de la
iglesia se caería rápidamente cuando no haya más pobres que redimir. El poder
del “pejotismo” también. Perón, decía que el Peronismo dejaría de existir el día
que haya justicia social plena, y que eso sería deseable. Los “pejotistas” no
piensan igual.
La cuestión
principal del “pejotismo” es el poder. Un
poder, que determina a la clase política como una clase social diferente. Una
clase social distinta, a las que conforman el reto de los ciudadanos. Una
característica práctica del “pejotista”, es la acumulación de riqueza
personal. No solamente, para el disfrute
personal y de su familia, sino para sostener el poder conquistado o
reconquistar el poder perdido.
Es probable que
estas prácticas, esta concepción del poder político, hayan comenzado con el menemismo. Pero es una
costumbre, una cultura, que se puede observar mucho tiempo antes. Tal vez
las luchas de la resistencia, los vaivenes políticos producto de golpes
militares, influyeron negativamente en militantes y dirigentes. La mayoría de
estos conocieron la pobreza, la miseria y el exilio en la larga resistencia
con Perón fuera del país y en la última dictadura militar.
Más allá de
las posibles justificaciones, lo cierto es que el “pejotismo” es una concepción
del poder, una cultura, que entiende que
el recurso económico es lo más importante en la construcción política. Una
construcción, que organiza y administra
a los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad. En el “Pejotismo”, ningún
dirigente piensa que llegara a algún lugar de importancia sin antes ser
poseedor de una holgada economía. Para llegar a algún lugar de poder en serio
se necesitan los “fierros”, es decir, los millones. Para un “pejotista”, más
importante que tener un proyecto político, es saber de dónde obtendrá los
millones para llegar al poder. Esta cultura política se expresa, en mayor o
menor medida, en la mayoría de las provincias, en los grandes municipios y
sindicatos. En estos espacios de organización y gobierno, es imposible el
control ciudadano. Aunque el desarrollo
tecnológico de las comunicaciones hoy lo permitan, ningún “pejotista” impulsara
la democratización de la información pública.
Es contrario a su concepción del poder. El “pejotismo”, es conservador
por naturaleza.
En el
“pejotismo”, el fin justifica los medios. El fin, es la construcción del poder
político, su sostenimiento y reconquista, en el caso de perderlo circunstancialmente.
Los medios a utilizar para tal fin, pueden ser cualquiera que garantice el
resultado.
El
“pejotismo”, concibe una democracia de partido hegemónico. Puede haber muchos
partidos políticos disputando el poder, pero uno solo capaz de gobernar el país,
el PJ.
2- La “ideología del pobrismo”
Si bien el
“pejotismo” es un poder permanente, en la etapa “Cristinista” fue conducido por
lo que llamo la “ideología del pobrismo”. En un marco de concepción del
poder conservador (pejotista), se
despliega un discurso (relato), pretendidamente revolucionario.
Esto fue, y
es posible, porque el Peronismo es un dispositivo
emocional que da sus frutos cada vez que se lo convoca. Un dispositivo emocional, que tiene sustento
en lo que fue el Peronismo en vida de Perón. La memoria colectiva, conserva las
emociones y realizaciones de casi treinta años de Peronismo. El “pejotismo”, pudo instrumentar esos sentimientos para ser
menemista y neoliberal en los 90´y luego kirchnerista y socialista del siglo
XXI, sin ningún problema.
“Pobrismo” y “Socialismo del Siglo
XXI”
Luego de la crisis financiera mundial de 2008 (crisis de las SubPrime o de las hipotecas), donde pareció caer el sistema capitalista, muchos intelectuales que podríamos denominar neo marxistas vieron la posibilidad cierta de construcción de un nuevo orden social, diferente al neoliberalismo capitalista. Estos, decretaron el fin del neoliberalismo y probablemente también del capitalismo. La posibilidad de un nuevo orden, social y político, podría ser posible. En América Latina, se le dio el nombre de “Socialismo del siglo XXI”. Nunca se supo bien, qué conjunto de ideas sostenían esta consigna. Lo cierto es que, aprovechando un buen momento en el valor internacional de nuestros recursos naturales, se desplegó un relato muy convincente de lucha de nuestros pueblos contra el imperialismo, vieja consigna del siglo pasado.
El petróleo
de Venezuela, el gas de Bolivia y los productos agropecuarios del resto,
estaban en un valor tan alto que permitía a nuestros países hacerse de un
colchón de divisas (dólares). Estas
divisas, permitían organizar programas de desarrollo económico que tiendan a mejorar la
vida de los sectores sociales más desprotegidos. Así ocurrió, en la mayor parte de América
Latina. Pero algunos países, quedaron atrapados en la lucha “ideológica” y
desaprovecharon los recursos en todo tipo de dispositivos para la organización
militante y la construcción de los
relatos del “socialismo del siglo XXI”.
Finalmente,
el sistema capitalista no cayó. Se reorganizó y el neoliberalismo se impuso
como modelo social, cultural y político de la posmodernidad. Ya no solamente en
occidente, sino en el mundo entero. Sigue siendo tan injusto como antes, o
peor, pero no se vislumbra nada alternativo, por ahora.
“Pobrismo ideológico”
En países como Argentina, Venezuela y tal vez Nicaragua y otros, se impuso un modelo que llamo aquí “pobrismo ideológico”. Una estrategia, para sostener el poder mientras llega la “revolución”.
La
perpetuación en el poder, fue el único proyecto. Para ello, se propusieron crear
una “nueva burguesía” desde el Estado. Con este objetivo excluyente, las
dirigencias “pobristas” se dedicaron a extraer, indiscriminadamente, recursos
del Estado (choreo) . Había que
sostener el mito revolucionario. Un relato, que divida al pueblo entre buenos y
malos. Como define Chantal Mouffe, en su libro “Por un Populismo de Izquierda” http://www.sigloxxieditores.com.ar/fichaLibro.php?libro=978-987-629-870-4 hay que construir un pueblo. El
relato, el discurso, puede construir un pueblo dentro del pueblo. Un pueblo
humilde y desprotegido que, organizadamente, se enfrenta al demonio neoliberal que anida en
el resto de los compatriotas. Obvio,
bajo la conducción de una estirpe iluminada que serían ellos, los “pobristas”.
El discurso
de los “pobristas”, resucitó ideas socialistas en boga en las décadas de los 60
y 70 del siglo pasado. Pero solo en el
discurso. En la práctica de sus vidas, y la de sus
familias, han sido y son profundamente capitalistas. No les falta nada que
pueda ofrecer la posmodernidad capitalista neoliberal.
Los
revolucionarios del siglo pasado, proponían
que la redención de los pobres del mundo capitalista iba a llegar de la mano
del socialismo. Pero en los países donde
se pudo instrumentar, el socialismo fue peor que el capitalismo. Fue un
completo fracaso. Parece, que el mercado
capitalista, la creación de riqueza por parte del capital ya sea este privado o
estatal como ocurre en china, es la forma que los pueblos aceptan para
progresar y vivir en un mínimo orden social. Es decir, procurar vivir
mejor sin matarnos entre nosotros.
“pobrismo” y Justicia Social.
Por estos
“pagos”, y en pleno siglo XXI, los “revolucionarios
pobristas” ampliaron y consolidaron la pobreza estructural de sus
pueblos. Crearon conciencia, de que los pobres deben vivir del
Estado. Que no tienen ninguna oportunidad de desarrollo económico digno. Están condenados a ser esclavos del Estado.
Para el “pobrismo ideológico” gobernar, no es crear trabajo. Gobernar, es
cuidar a los pobres como si fueran mascotas. Que vivan los pobres!!! , es la
consigna “revolucionaria”. La “ideología del pobrismo”, trata de extraer la
mayor cantidad de recursos posibles a los que producen riqueza. Gran parte de
estos recursos, se utilizaran para sostener el sistema político subsidiando a
los pobres. Estos subsidios, dejan de ser un derecho ciudadano cuando son una contribución
“graciosa” de su majestad el político/a. Sobre todo, si se otorgan por decreto
y se anuncian los aumentos semestrales por cadena nacional. Regalar plata a los pobres, bajo todo tipo de
subsidios, permite conseguir fidelidad a la hora de movilizar y votar. El
“pobrismo”, es absolutamente conservador y por lo tanto contrario a la idea de
justicia social. La fundación Eva Perón entregaba máquinas de coser, tornos
y balancines. Material de trabajo. No
podría imaginarme a Evita, repartiendo plata a los pobres. La “ideología
pobrista” iguala para abajo. Seamos todos pobres. Obvio, los dirigentes no, solamente
el pueblo.
Nadie le
pregunta al pobre, que quiere. Nadie le dice a un pobre, conversemos, veamos
juntos como salir de la pobreza. ¿Que
pensas? ¿Que proyectos tenes para vos y tu familia? ¿En que te puedo
ayudar? ¿como lo hacemos juntos?. Desde la mirada “pobrista”, el pobre no es
persona. Es una herramienta, un dispositivo para conseguir poder.
La “ideología del pobrismo” combate al emprendedor. Al que utiliza su capital, económico o intelectual, para ganar plata. El mundo que vivimos, las comodidades que disfrutamos en la vida moderna, fue posible a partir de mucha gente que invirtió su capital económico o intelectual para ganar plata. Una persona deja de ser pobre cuando trabaja para dejar de serlo. Y trabaja para ganar plata. El Estado, debe generar las condiciones para que podamos ganar el sustento. Gobernar, es Crear Trabajo. Nunca, el Estado debe tener como prioridad subsidiar. Poner plata en el bolsillo. La plata que el Estado pone en el bolsillo sirve para hacer ricos a los que venden los productos que compran los subsidiados. Bienes que, muchas veces, no se producen en argentina. El Estado, ayuda a los pobres subsidiando a las multinacionales. El “pobrismo ideológico” es tan “berreta”, que no merecería el menor análisis. Pero mucha gente cree en los “pobristas”. Es necesario dar la discusión.
Pobrismo y Militancia
El “pobrismo
ideológico”, anida en militantes muy comprometidos. En organizaciones de base de
la iglesia católica y también en la izquierda trokista. Creo, que en algunos de
estos grupos, todavía se mantiene la voluntad de vivir de acuerdo a lo que se
predica. Pero en otros espacios, el
“pobrismo ideológico” sirve como
discurso a pretendidas “organizaciones sociales”. Estos “capangas” de todo de todo tipo y tenor,
marginales del poder y “tratantes de
pobres”, gerencian la pobreza. Organizan,
manipulan y movilizan pobres del más bajo nivel de la pirámide social. Son sub-especies “PIMES”, que encuentran en
esta tarea una manera de vivir del Estado. Estos grupos, se justifican diciendo
que ofrecen una oportunidad a gente, que por sí mismos, no podrían sobrevivir. De nuevo acá, la creencia de que los pobres no
tienen cabeza. Hay que cuidarlos, como se cuida un animalito indefenso. Obviamente, estos “dirigentes sociales” viven
muy bien del Estado. Ellos y sus familias, tienen casi todo lo que ofrece el
capitalismo neoliberal para vivir cómodos en la vida moderna.
Pobrismo y Gestión Pública
En la gestión pública, la “ideología pobrista”
organiza y manipula a los pobres para sostener el poder. El "cristinismo" fue un claro ejemplo.
Los quilmeños, hemos soportado una excelente muestra de gestión “pobrista”. Ocho años de gobierno municipal del “barba” Gutiérrez. En estos dos periodos de gobierno, se crearon la mayor cantidad de asentamientos irregulares. Todos ellos en tierras contaminadas, basurales y pantanos. Se desarrollaron todo tipo de ferias y venta ambulante ilegal. Ferias regenteadas por pequeñas y grandes mafias. El Estado, el cual debe ordenar el espacio público y el comercio para la mejor convivencia de los quilmeños, no solo estuvo ausente, en muchos casos fue promotor de irregularidades. Se descuidó, en el marco de una total desidia la costa quilmeña. El río de Quilmes, pasó a ser tierra de nadie y las familias quilmeñas dejaron de tener ese lugar tan preciado para descanso y esparcimiento los fines de semana. Las calles y avenidas quilmeñas, se volvieron intransitables. Se recurrió al bacheo provisorio y de bajo costo. En lugar de pavimentar los barrios, se realizaron mejorados en épocas de elecciones. Estos mejorados, en el mejor de los casos, duraron dos o tres años, luego de este periodo, las calles quedaron peor que antes. El empleo municipal creció al doble. El municipio, llego a manejar más de 10.000 planes sociales. Etc, etc, etc. Todo en el marco de un discurso “pobrista”. Habría que averiguar, como viven ahora los funcionarios de esa gestión. Seguramente, con todas las comodidades que ofrece la pos modernidad capitalista.
Los quilmeños, hemos soportado una excelente muestra de gestión “pobrista”. Ocho años de gobierno municipal del “barba” Gutiérrez. En estos dos periodos de gobierno, se crearon la mayor cantidad de asentamientos irregulares. Todos ellos en tierras contaminadas, basurales y pantanos. Se desarrollaron todo tipo de ferias y venta ambulante ilegal. Ferias regenteadas por pequeñas y grandes mafias. El Estado, el cual debe ordenar el espacio público y el comercio para la mejor convivencia de los quilmeños, no solo estuvo ausente, en muchos casos fue promotor de irregularidades. Se descuidó, en el marco de una total desidia la costa quilmeña. El río de Quilmes, pasó a ser tierra de nadie y las familias quilmeñas dejaron de tener ese lugar tan preciado para descanso y esparcimiento los fines de semana. Las calles y avenidas quilmeñas, se volvieron intransitables. Se recurrió al bacheo provisorio y de bajo costo. En lugar de pavimentar los barrios, se realizaron mejorados en épocas de elecciones. Estos mejorados, en el mejor de los casos, duraron dos o tres años, luego de este periodo, las calles quedaron peor que antes. El empleo municipal creció al doble. El municipio, llego a manejar más de 10.000 planes sociales. Etc, etc, etc. Todo en el marco de un discurso “pobrista”. Habría que averiguar, como viven ahora los funcionarios de esa gestión. Seguramente, con todas las comodidades que ofrece la pos modernidad capitalista.
El “pobrismo ideológico” construyo un mito falso. Muy falso, pero creíble para muchos. El discurso del mito, dice que la dirigencia política y social del país está dividida entre los que están a favor de los pobres y los que están en contra de los pobres. Este discurso o relato, se proyecta a la política internacional separando a buenos de malos. Los Estados malos están en occidente, dónde la gente vive bastante bien y los Estados buenos están en el mundo pobre , donde la gente vive muy mal. No resiste el menor análisis. Pero insisto, hay mucha gente que cree y sigue a los “pobristas”.
3- La Comunidad Organizada de Perón
Los
conceptos básicos del Peronismo, fueron desarrollados por Perón de forma muy
sencilla.
· Gobernar Es Crear Trabajo.
Después de Alberdi, que en el siglo XIX definió la administración publica en el concepto de Gobernar Es Poblar (argentina tenía menos de 2 millones de habitante y millones de hectáreas de tierra rica para trabajar) llego Perón en el siglo XX para actualizar el concepto y proponer que ahora, Gobernar Es Crear Trabajo.
Después de Alberdi, que en el siglo XIX definió la administración publica en el concepto de Gobernar Es Poblar (argentina tenía menos de 2 millones de habitante y millones de hectáreas de tierra rica para trabajar) llego Perón en el siglo XX para actualizar el concepto y proponer que ahora, Gobernar Es Crear Trabajo.
Los cambios tecnológicos producto del descubrimiento de energía eléctrica
a mediados del siglo XIX (segunda revolución industrial) posibilitaron, en las
décadas siguientes, que la humanidad pudiera mejorar sus condiciones de vida.
Se profundizó el desarrollo industrial, y con ello el acceso a bienes que harían más
cómoda la vida de las personas. Perón, quería que todos los argentinos pudieran
acceder a esos niveles de vida. La
agricultura y la cría de ganado, ya hacía tiempo que eran insuficientes para
garantizar los empleos necesarios y satisfacer las nuevas demandas. Perón, tiene como
objetivo crear un país industrial, además de agrícola ganadero.
Gobernar es crear Trabajo, será la consigna. Para Perón, ninguna otra cosa será Gobernar. En las sociedades modernas, toda la agenda pública está supeditada a esta prioridad, Crear Trabajo. Es la época del Estado de Bienestar. La época Capitalista de pleno empleo.
Gobernar es crear Trabajo, será la consigna. Para Perón, ninguna otra cosa será Gobernar. En las sociedades modernas, toda la agenda pública está supeditada a esta prioridad, Crear Trabajo. Es la época del Estado de Bienestar. La época Capitalista de pleno empleo.
Hoy, tercera revolución industrial mediante, vivimos en la sociedad del conocimiento,
del microchip, de la robótica. Vivimos la revolución de las comunicaciones. La
revolución de la información. Se viene una banda ancha de 5ta generación, el 5G,
el Internet de las Cosas. El mundo es cada vez más chico, es una pequeña aldea.
Estamos todos conectados. El medio ambiente, la igualdad de género, etc,
son nuevas luchas por derechos para vivir mejor. Pero el derecho
básico, sigue siendo el derecho a trabajar. Sin trabajo, todo lo demás se
complica. En este mundo tan complejo e integrado a la vez, más que nunca, Gobernar es Crear
Trabajo.
El ideal social que Perón predicó, el objetivo a alcanzar, sostenía que
todo argentino debería tener trabajo produciendo, al menos, lo que consume. Con un máximo de 8 horas diarias,
debería poder tener una casa digna, educar a sus hijos, tener vacaciones y
poder acceder a las comodidades básicas que ofrece la inventiva del hombre en
la sociedad moderna. Si además, quisiera
mejorar su bienestar, trabajaría más horas. Para Perón, el trabajador es obrero,
empleado, agricultor, emprendedor, empresario o comerciante. El rol principal del Estado, es generar las
condiciones para Crear Trabajo. Incentivar
la inversión, la creatividad productiva, el emprendimiento comercial, etc.
Organizar el sistema educativo, en este sentido. Obviamente, al mismo tiempo,
proteger a los trabajadores impulsando
leyes laborales de acuerdo a las necesidades de creación de empleo en cada
momento. Proteger a los ancianos, a los niños y a los que no puedan valerse por
sí mismos.
En la Comunidad Organizada, toda la política pública interna y externa estará supeditada a estos objetivos. ¿Como lograrlos? ¿Desde que perspectiva ideológica? Perón decía, que dentro de la ley, lo que es bueno para los argentinos es bueno y no importa de donde venga. Todo Gobierno, debe buscar las mejores herramientas para que sus habitantes vivan lo mejor posible. En cada etapa histórica, las herramientas son distintas. Crear Trabajo en 2020, no será ni parecido a lo que fue crear trabajo en 1946. Las relaciones internacionales para Crear Trabajo en 2020, no serán las mismas que en 1946. El ordenamiento económico del país para Crear Trabajo, etc, etc, etc. Interpreto, que para Perón, la creación de trabajo no tiene perspectiva ideológica. De hecho, los gobiernos de Perón comerciaron con todos los países sin hacer distinciones.
·
Para el Peronismo Existe una Sola
Clase de Hombres, los que Trabajan.
El Peronismo no es clasista. Para el Peronismo, los que trabajan crean riqueza y mejoran sus vidas. Al mismo tiempo, en términos de Comunidad
Organizada, también mejoran la vida de todos. Nadie se Realiza, en una
Comunidad que no se Realiza. Los que
trabajan son obreros, empleados, empresarios, comerciantes, ganaderos, agropecuarios, etc. Todos aportan a la riqueza nacional. El rol
del Estado, es articular para reducir las desigualdades de toda sociedad
capitalista. Perón, pensó y gestiono una
Comunidad Organizada en el marco de una economía de mercado. Una economía
capitalista. El marco institucional en que Perón gobernó fue una república
democrática. Esa república democrática de origen liberal, fue mutando en una
democracia participativa y social. Perón, en el gobierno, sostuvo los
principios básicos de la democracia liberal. Siempre fue una democracia representativa,
con elecciones libres en forma periódica y con una sola reelección posible. El
Peronismo, le sumo derechos sociales y participación organizada de los grupos
de interés. Todos estos ingredientes, que mejoraron nuestra democracia,
quedaron finalmente expresados en la reforma constitucional de 1949 y tras su
anulación, muchos de esos principios se reflejaron en la reforma de 1994.
Gobernar
creando trabajo, es el gran desafío actual. No solamente en Argentina, sino en
el mundo entero. La increíble transformación tecnológica, de la cual somos
contemporáneos, obliga a la mayor creatividad.
Educar a la población para los nuevos trabajos, será un gran desafío.
Creo que Perón pondría el acento en el sistema educativo, además de impulsar,
fuertemente, toda la inversión posible en el desarrollo e innovación tecnológica.
Conclusiones:
Alberto,
tendrá la difícil tarea de construir consensos para desarrollar una argentina
moderna, integrada al mundo, con base en el desarrollo tecnológico. Una
Argentina racional, de grandes acuerdos, creando empleos en forma permanente. Un
desarrollo industrial, que avance hacia la frontera tecnológica. Mientras tanto, tendría que suceder una gran
transformación educativa, que prepare a las nuevas generaciones para el futuro. Si piensa en términos de desarrollo económico,
con generación de empleo permanente, seguramente tendrá al “ pejotismo” acompañando y también a los
sindicatos. Estos elementos del poder, se verían favorecidos ya que continuarán
en sus cargos disfrutando de su porción de poder. De ser exitoso con estas políticas,
tal vez en el mediano plazo, los argentinos podamos mejorar nuestra
institucionalidad y nuestra clase dirigente. Seguramente, ya no será tarea para Alberto.
Por el
contrario, si no tiene más remedio que
sostener el mito “revolucionario” de los “pobristas”, tanto en las políticas públicas
locales como en las relaciones internacionales, creo que no habrá ninguna
posibilidad de desarrollo económico. Se nivelará para abajo y seremos todos
pobres. Los sectores “pobristas” del Frente de Todos, además, quieren impunidad,
necesitan impunidad. Alberto sabe, que
si accede a estas expectativas no tiene ningún futuro. La propuesta de Kris, en
sus últimos discursos es la construcción de un nuevo orden, un nuevo contrato
social. Barajar y dar de nuevo. Impunidad y una nueva institucionalidad
producto de una reforma constitucional. No
creo que Alberto acceda.
Seguramente, Alberto será presidente y tendrá que decidir, en absoluta soledad, el rumbo
político que le dará un lugar en la historia. Sería deseable, que recuerde a Perón en cada momento.
Hasta ahora, el presidente que mejor interpretó las esperanzas de los
argentinos. Gobernar Creando Trabajo.
Reconocer una sola clase social; Los Que
Trabajan. Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada.
Omar Niz.
Hola Omar, como estas? Sin duda alguna sino volvemos mínimamente a las grandes verdades en los discursos de Perón, sino recordamos las grandes tranformaciones que Perón logró para los Argentinos, no tenemos posibilidad de avanzar como persona, como familia, como sociedad. Estos No nombran a Perón porque saben perfectamente que no les combienen porque les quedaría sus reales intenciones. La verdad ojalá Alberto sea astuto y sepa CONDUCIR.
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